miércoles, 18 de diciembre de 2013

Puro Maldini

Tenía ganas de leer el libro de Julio Maldonado porque siempre he admirado la capacidad que demuestra para asimilar tantísimo fútbol y tan diferente. Y tuve la suerte de que unos buenos amigos me lo regalasen para mi cumpleaños, demostrando un buen conocimiento sobre mis gustos.

'Puro Maldini' podría pasar en algunos fases por algo parecido a una enciclopedia, ya que detalla partidos y circunstancias del fútbol mundial de diferentes épocas que objetivamente todo buen aficionado debería conocer. Y en otras la narración de hechos toma un cariz personalísimo, con vivencias muy concretas del autor y de quienes le rodean; no en vano, los capítulos finales son una sucesión de relatos de amigos sobre la figura del protagonista.

Como investigador (a mi manera, por supuesto) del fútbol, acercarme a lo que Julio relata me ha servido para empatizar aún más si cabe con él. Son impagables las cosas que cuenta acerca de su forma de conseguir partidos, de almacenar y transportar ingentes cantidades de revistas especializadas de fútbol de diferentes países o de fabricar bases de datos en las que obtener al minuto cualquier información relevante. Eso es posiblemente lo que más me ha sorprendido del libro, porque he descubierto que en algunas de esas cosas me parezco bastante a él.

Por lo demás, el retrato de la cubierta en mitad de un parque de bolas se asemeja bastante a lo que el fútbol supone para Maldini (en el libro tenemos también la oportunidad de conocer de dónde le viene este curioso seudónimo), y el subtítulo le hace plena justicia: pasión. Este calvo es un auténtico apasionado del fútbol y hace muy grande este deporte, hasta el punto de ser capaz de despertarte las ganas de ponerte urgentemente a ver fútbol, ya sea el que él cuenta o cualquier otro, y aprender para poder llegar a ser capaz de disfrutar tanto como él lo hace.

La lectura se me ha hecho corta. Por una parte no quería sorbérmelo para que se acabase demasiado pronto, y por otra, me habría gustado encontrar un relato más amplio, con más vivencias y más impresiones sobre partidos. Una persona con tanto conocimiento futbolístico no debería limitarse a escribir un libro como este, con detalles de aquí y de allá y ciñéndose a una determinada brevedad (posiblemente la editorial tenga mucho que ver en eso). Para eso, en mi humilde opinión, quizá sea mejor no hacer nada, sobre todo cuando salta a la vista que hay material para abarcar un análisis mucho más completo de cosas que se le han quedado en el tintero y que reconoce él mismo. Pero bueno, quizá haya más 'Puro Maldini' en los próximos tiempos. Los esperaremos con interés.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Sorry

Hace cinco minutos que he terminado de leer 'Sorry', de Zoran Drvenkar. 691 páginas electrónicas ante las que me enfrentaba sin más referencia que este tweet de @ricardo_bosque que en su día, como suelo hacer con muchos que contienen recomendaciones, guardé en el listado de favoritos esperando la ocasión propicia para hacerme con él.




691 páginas electrónicas que me han absorbido desde el principio. Con un ritmo muy constante de atención, sin apenas altibajos. Una trama densa, bien construida, narrada de una forma absolutamente majestuosa, manejando los tiempos verbales con una soltura enorme, dando al lector solo lo justo en cada momento para mantenerlo ahí, para que no se pierda, para que esa incertidumbre permanezca, para que las ganas de seguir con la novela estén intactas.

'Sorry' me sirve bastante para ejemplificar las diferencias que a mi juicio hay entre una novela policiaca y una novela negra. Hay libros que pueden ser las dos cosas a la vez, pero hay otros muchos que son solo una cosa sin ser la otra, por más que a la hora de clasificarlos, las editoriales y la crítica en general los metan en el mismo saco. 'Sorry' no es una novela policiaca (aunque salen policías) y sí es una novela negra. Muy negra. Incluso me atrevería a decir que es algo más que una novela negra, que por su forma de enfrentarse a la muerte y de contarla se aproximaría más al gore, a algo que quizá sea demasiado exagerado para mi gusto, pero que sin embargo me ha parecido un ejercicio fabuloso de escritura, y por consiguiente de traducción, imprescindible para cualquier amante del género en cualquiera de sus variantes.

Con 'Sorry' he podido experimentar además a conciencia algo dificilísimo en los tiempos que corren, como es esperar a terminar la novela para ver la cara del autor. Hasta hoy solo recordaba haber hecho esto con Jesús Carrasco, el autor de 'Intemperie'. Se trata de algo complicado, incluso con autores que se leen por primera vez: normalmente, si el libro es de papel, siempre aparece una foto suya que uno no tiene más remedio que encontrarse antes de empezar la lectura. El hecho de enfrentarse a un formato electrónico, sin embargo, permite este "anonimato controlado", una manía como otra cualquiera que quizá los lectores compulsivos como yo puedan entender, y que aconsejo practicar. Y puedo decir que la cara de Zoran Drvenkar me ha sorprendido. No la desvelo por si alguien quiere hacer lo mismo que yo he hecho.

Sí. Ya sé que sobre el argumento he contado muy poco. A quienes estén habituados a pasar por este blog no les sorprenderá en exceso, porque suele ser casi la base de las reseñas. Y esta ocasión no va a ser una excepción. Con lo expuesto es suficiente para saber de qué tipo de libro hablamos y qué es lo que nos vamos a encontrar. Insisto pues, sin más, en la recomendación. Merece la pena acercarse a 'Sorry'.