Había escuchado de refilón en la radio hablar a Antonio Agredano acerca de un libro escrito sobre el Córdoba CF, pero no pude recabar más información. Unos días después, tuve ocasión de leer este artículo en el blog del periodista Ismael Touat, que lo recomendaba. Y en un golpe de suerte, la otra tarde, deambulando sin rumbo fijo y con mucho tiempo por delante por la FNAC, me lo topé de frente, y aprovechando las facilidades que da el establecimiento y lo manejable del volumen (pequeño y cuadrado), me senté en una silla cercana y me lo leí entero en poco más de noventa minutos.
No es ni mucho menos un libro de fútbol al uso. Es cierto que hace constantes referencias a los últimos años de este deporte, la mayoría relacionadas con el Córdoba CF, pero yo consideraría 'En lo mudable' como una colección de vivencias muy personales del autor, muchas de las cuales crean identificación con un lector de afinidades parecidas. Agredano hace un recorrido por los amores de su vida, separándolos por capítulos, y entre todos ellos aparece siempre el fútbol, de fondo, como un amor permanente. Todo ello con una prosa ágil, llena de ingeniosas comparaciones y, en ocasiones, de prolijas enumeraciones.
Editado por Libros del KO dentro de la colección 'Hooligans ilustrados'. Se vende en el establecimiento citado al precio de 8 euros y tiene 130 páginas.
jueves, 27 de noviembre de 2014
viernes, 21 de noviembre de 2014
Fútbol y viajes
No soy oyente ni espectador habitual de Axel Torres, aunque a través de Twitter tengo acceso a su forma de concebir el fútbol. Por eso aposté por invertir en su libro '11 ciudades', que al final realmente acabó siendo un regalo de cumpleaños de mi pareja.
Lo primero que hay que decir es que Axel Torres es muy friqui. Eso puede ser de inicio un problema, aunque cuando uno se tiene por alguien tanto o más friqui que él, pasa a ser una ventaja. Y en este caso me refiero con friqui a esa forma tan intensa y desmedida de vivir el fútbol. Y a esa relación, casi enfermiza, presente a lo largo y ancho del libro, y de su vida, entre el fútbol y la geografía.
Una cosa de la que estoy muy orgulloso es de toda la geografía que he aprendido gracias a mi interés por el fútbol. Conozco nombres y circunstancias de ciudades que de otro modo quizá no habría conocido nunca. Mi diferencia con Axel es que apenas he salido de mi casa, de mi ciudad, mientras que él ha tenido la inmensa suerte de recorrer gracias al fútbol muchos de esos lugares. En ese sentido, no he podido evitar acordarme durante toda la lectura de Dani, un amigo no menos friqui que estoy seguro de que disfrutaría un montón leyendo el libro de Axel, si es que no lo ha hecho ya. Se lo tengo que preguntar.
Las once ciudades (como no podía ser de otro modo, al igual que once son los jugadores que saltan al campo inicialmente en cada equipo en un partido de fútbol) se presentan a modo de alineación en la primera página: Sabadell (lugar de nacimiento del autor), Londres, Sevilla, Lisboa, Medvode, Múnich, Swansea, Viena, Asunción, Tokio y Éibar. Todas me sonaban en mayor o menor medida salvo Medvode, que no había escuchado jamás y que encierra una historia apasionante, que merece la pena conocer. En algunas ocasiones, la identificación con la ciudad centro del capítulo es más intensa; en otras, sirve como pretexto para contar muchas otras vivencias relacionadas en mayor o menor medida. Vivencias muy personales, contadas con todo lujo de detalles, que en algunas ocasiones puede parecer que resultan innecesarios, pero que a quien los vive le gusta contarlos tal cual ocurrieron, tal cual los recuerda, con esa fidelidad al sentimiento, con ese punto de pasión que lleva al friquismo del que hablaba antes.
Estamos ante un libro absolutamente futbolístico, pero también ante un libro de viajes. Quizá alguien a quien no le guste este deporte no lo encuadraría dentro de ese género viajero, porque quizá el libro no le diría gran cosa. Particularmente, yo en esta ocasión no recomendaría este libro a personas que no tienen el fútbol entre sus aficiones. Pero si lo tienen, como es mi caso, coincidirán conmigo en que se relacionan de manera muy interesante ambos géneros a lo largo de las casi 300 páginas que ha editado Contra, bajo cuyo sello ya tuve la oportunidad de leer 'Una vida demasiado corta'.
La comparación con Julio Maldonado, cuyo Puro Maldini también comenté por aquí, puede resultar inevitable para muchos, siendo ambos los máximos exponentes del periodismo sobre fútbol internacional en dos medios de comunicación rivales. Sin embargo, no hay muchas semejanzas entre sus libros, lo que no implica que no puedan gustar por separado. En '11 ciudades', desde luego, encontramos algo mucho más parecido a la literatura, mientras que Julio, mucho más cuadriculado, le da a su obra un enfoque completamente diferente, más enciclopédico.
En definitiva, un libro que he disfrutado con intensidad y que ha merecido la pena.
Lo primero que hay que decir es que Axel Torres es muy friqui. Eso puede ser de inicio un problema, aunque cuando uno se tiene por alguien tanto o más friqui que él, pasa a ser una ventaja. Y en este caso me refiero con friqui a esa forma tan intensa y desmedida de vivir el fútbol. Y a esa relación, casi enfermiza, presente a lo largo y ancho del libro, y de su vida, entre el fútbol y la geografía.
Una cosa de la que estoy muy orgulloso es de toda la geografía que he aprendido gracias a mi interés por el fútbol. Conozco nombres y circunstancias de ciudades que de otro modo quizá no habría conocido nunca. Mi diferencia con Axel es que apenas he salido de mi casa, de mi ciudad, mientras que él ha tenido la inmensa suerte de recorrer gracias al fútbol muchos de esos lugares. En ese sentido, no he podido evitar acordarme durante toda la lectura de Dani, un amigo no menos friqui que estoy seguro de que disfrutaría un montón leyendo el libro de Axel, si es que no lo ha hecho ya. Se lo tengo que preguntar.
Las once ciudades (como no podía ser de otro modo, al igual que once son los jugadores que saltan al campo inicialmente en cada equipo en un partido de fútbol) se presentan a modo de alineación en la primera página: Sabadell (lugar de nacimiento del autor), Londres, Sevilla, Lisboa, Medvode, Múnich, Swansea, Viena, Asunción, Tokio y Éibar. Todas me sonaban en mayor o menor medida salvo Medvode, que no había escuchado jamás y que encierra una historia apasionante, que merece la pena conocer. En algunas ocasiones, la identificación con la ciudad centro del capítulo es más intensa; en otras, sirve como pretexto para contar muchas otras vivencias relacionadas en mayor o menor medida. Vivencias muy personales, contadas con todo lujo de detalles, que en algunas ocasiones puede parecer que resultan innecesarios, pero que a quien los vive le gusta contarlos tal cual ocurrieron, tal cual los recuerda, con esa fidelidad al sentimiento, con ese punto de pasión que lleva al friquismo del que hablaba antes.
Estamos ante un libro absolutamente futbolístico, pero también ante un libro de viajes. Quizá alguien a quien no le guste este deporte no lo encuadraría dentro de ese género viajero, porque quizá el libro no le diría gran cosa. Particularmente, yo en esta ocasión no recomendaría este libro a personas que no tienen el fútbol entre sus aficiones. Pero si lo tienen, como es mi caso, coincidirán conmigo en que se relacionan de manera muy interesante ambos géneros a lo largo de las casi 300 páginas que ha editado Contra, bajo cuyo sello ya tuve la oportunidad de leer 'Una vida demasiado corta'.
La comparación con Julio Maldonado, cuyo Puro Maldini también comenté por aquí, puede resultar inevitable para muchos, siendo ambos los máximos exponentes del periodismo sobre fútbol internacional en dos medios de comunicación rivales. Sin embargo, no hay muchas semejanzas entre sus libros, lo que no implica que no puedan gustar por separado. En '11 ciudades', desde luego, encontramos algo mucho más parecido a la literatura, mientras que Julio, mucho más cuadriculado, le da a su obra un enfoque completamente diferente, más enciclopédico.
En definitiva, un libro que he disfrutado con intensidad y que ha merecido la pena.
jueves, 20 de noviembre de 2014
Todas las miradas del mundo
El año pasado tuve el honor de realizar para el blog de los compañeros de la Biblioteca Universitaria de Málaga una reseña de 'Todas las miradas del mundo', de Miguel Mena, publicado en Suma de Letras. Repasando las diversas entradas del blog, he caído en la cuenta de que no la puse por aquí, así que en pos de mi afán recopilatorio, podéis leerla pinchando en este enlace.
viernes, 14 de noviembre de 2014
Superando al abuelo
Hacía mucho mucho tiempo que no me resultaba tan adictivo un libro. Cierto es que la acometida de su lectura ha venido a coincidir con que tenía el ordenador roto y mis posibilidades de ocio restantes eran casi inexistentes, pero aun así, la historia que nos propone Jonasson es tan divertida y tiene unos brotes de genialidad tan fabulosos que cuesta soltar el libro al final de un capítulo (no digamos ya en el transcurso del mismo).
Ya hace unos meses tuve la oportunidad de sacar de la biblioteca 'El abuelo que saltó por la ventana y se largó', la primera novela de este periodista y productor sueco. Dotada de una enorme originalidad, a medida que uno se adentraba en ella, el interés iba decayendo, a pesar del peculiar repaso que lleva a cabo por determinados episodios de nuestra Historia Mundial. De hecho, recuerdo que a partir de la página 150 aproximadamente, tuve que cambiar el chip mental para que su desenlace no me resultara tedioso.
Pues bien, esto no me ha ocurrido en absoluto con 'La analfabeta que era un genio de los números'. Como he dicho, el interés aquí se mantiene de principio a fin, a pesar de las semejanzas que es inevitable establecer entre uno y otro libro. Porque si Alan Karlsson, ese atrevido abuelo centenario, era el hilo conductor antes, ahora es Nombeko Mayeki, una niña sudafricana condenada a una vida corta y sufrida, la protagonista principal de un relato en el que se acompaña de un coro de pintorescos y disparatados personajes que, sin llegar a su importancia, están construidos de una manera suficientemente sólida como para tener entidad en sí mismos: desde un vulgar ingeniero atómico hasta el Rey de Suecia, pasando por las hermanas chinas, los gemelos Holger...
A mi parecer (y en este párrafo desvelo alguna cosilla), Jonasson se crece a medida que va escribiendo la novela, y el cometido casi único de entretener se va combinando poco a poco con una velada crítica hacia el sistema político de su país, que además, al final deja casi de ser velada para convertirse en una maravillosa sátira en toda regla.
Una recomendación obligatoria para pasar un buen rato y disfrutar de 400 páginas de buena lectura, que en mi caso pude conseguir en la Biblioteca Pública provincial de Málaga.
Ya hace unos meses tuve la oportunidad de sacar de la biblioteca 'El abuelo que saltó por la ventana y se largó', la primera novela de este periodista y productor sueco. Dotada de una enorme originalidad, a medida que uno se adentraba en ella, el interés iba decayendo, a pesar del peculiar repaso que lleva a cabo por determinados episodios de nuestra Historia Mundial. De hecho, recuerdo que a partir de la página 150 aproximadamente, tuve que cambiar el chip mental para que su desenlace no me resultara tedioso.
Pues bien, esto no me ha ocurrido en absoluto con 'La analfabeta que era un genio de los números'. Como he dicho, el interés aquí se mantiene de principio a fin, a pesar de las semejanzas que es inevitable establecer entre uno y otro libro. Porque si Alan Karlsson, ese atrevido abuelo centenario, era el hilo conductor antes, ahora es Nombeko Mayeki, una niña sudafricana condenada a una vida corta y sufrida, la protagonista principal de un relato en el que se acompaña de un coro de pintorescos y disparatados personajes que, sin llegar a su importancia, están construidos de una manera suficientemente sólida como para tener entidad en sí mismos: desde un vulgar ingeniero atómico hasta el Rey de Suecia, pasando por las hermanas chinas, los gemelos Holger...
A mi parecer (y en este párrafo desvelo alguna cosilla), Jonasson se crece a medida que va escribiendo la novela, y el cometido casi único de entretener se va combinando poco a poco con una velada crítica hacia el sistema político de su país, que además, al final deja casi de ser velada para convertirse en una maravillosa sátira en toda regla.
Una recomendación obligatoria para pasar un buen rato y disfrutar de 400 páginas de buena lectura, que en mi caso pude conseguir en la Biblioteca Pública provincial de Málaga.
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