Sigo leyendo una por una y en orden cronológico todas las novelas que componen la serie del detective Pepe Carvalho. La decimonovena se titula 'Roldán, ni vivo ni muerto', y está publicada en 1994.
Por primera vez, se acompaña de viñetas a cargo de Antonio Font, y su extensión es más reducida si cabe que en otras entregas: apenas 170 páginas en la habitual edición de Planeta, con un tamaño de letra más grande de lo que se venía publicando hasta ahora.
Quizá los veinte años que han pasado hayan puesto una barrera demasiado grande en la comprensión de esta imaginaria persecución al exdirector de la guardia civil que Vázquez Montalbán nos propone. Uno de los primeros casos de corrupción que asoló al país (no entro en compararlo con los de ahora porque no había los medios que hay ahora, ni yo era hace veinte años el que soy ahora) es tratado por el autor de una forma semejante al asesinato de Kennedy, tirando del Carvalho más irreal y casi diría que hasta perdiendo un poco el norte en determinados momentos.
Solo para adictos al género y al personaje.
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