martes, 30 de abril de 2013

Sorpresas en los libros

Los libros siempre deparan sorpresas, de eso no cabe duda. Y la que se llevó esta bibliotecaria debió ser bastante significativa. Que sea o no noticia para salir en un periódico, es algo que daría para un interesante debate; el caso es que gracias a eso la cosa ha transcendido, y de no ser así, a pesar de haber ocurrido en un sitio tan cercano y que visito tantas veces, no me habría enterado.

Una bibliotecaria se encontró un buen dinerito en un libro que iba dentro de una donación y la buena mujer renunció a quedarse con él, y aquí nos lo cuentan.

lunes, 22 de abril de 2013

El periodista deportivo

Acabo de terminar 'El periodista deportivo', de Richard Ford. Se trata de una novela publicada en 1986 como primera entrega de una trilogía en la que el autor, según parece, intenta retratar a su manera la vida estadounidense de la época.



Espero que 'El periodista deportivo' nunca llegue a vuestras manos. Pocas veces me muestro tan categórico a la hora de no recomendar un libro: normalmente siempre intento ver el lado positivo, sacar algo por mínimo que sea, y sobre todo, ponerme en el lugar de otras personas a las que sí podría gustarle. En este caso no lo consigo. No sé quién podría tener interés en digerir por simple entretenimiento este tocho de 400 páginas (que suponen el doble en formato .fb2) donde prácticamente no pasa nada. Pero sin embargo, esas personas deben existir, porque ahí está el texto, publicado por una editorial conocida. Y mirando por Google ves que hay reseñas, y gente que se lo ha leído. Y que no habla mal de él. Incluso hay quien se ha leído las dos entregas posteriores de la trilogía.

El libro llevaba meses en mi lista de futuribles por afinidad con su título. En su día lo puse ahí con la tarea pendiente de mirar más información sobre el autor y el contexto, como una opción remota mientras leía otros mucho más atractivos a priori. Era de difícil localización además. Probablemente habría tardado bastante tiempo más en llegar a mis manos de no ser porque está naciendo en mí el manejo de los libros electrónicos, y este era fácilmente descargable. Obviamente (que ya os estoy viendo venir) no voy a echarle la culpa de este fracaso como lector al libro electrónico, por supuesto que no. Tengo muchos otros para elegir y sin embargo anticipé este.

Como no pretendo que nadie se lo lea, esta vez no tendré reparos en contar su argumento sin avisar. Frank Bascombe es un escritor divorciado que no consigue publicar una novela que tiene en la cabeza y que acaba aceptando un trabajo de periodista deportivo. La muerte de su hijo mayor le hará replantearse su existencia. Trata de rehacer su vida con Vicki Arcenault, una frívola mujer más joven que él, pero también fracasa en ese intento. Posteriormente, un amigo de un club de divorciados del que formaba parte se suicida. Y ya está.

Con eso, Richard Ford llena cuatro centenares de páginas. Y lo cierto es que podría llenar muchas más si quisiera, porque lo de escribir sin contar nada se le da bastante bien.

Esperaba cuando menos no encontrar un título tan engañoso, y que se nos contase un poco más cómo es realmente (o era en ese año) la vida de un periodista deportivo americano. Pero no hay nada de eso. El centro de la acción, al menos inicialmente, parece ser un viaje que Bascombe va a emprender a Detroit para entrevistar a un jugador retirado, pero dicha secuencia no va estrictamente más allá de diez páginas. Acude a visitarlo, el hombre vive depresivo en una silla de ruedas, discuten y Bascombe se las pira. Sin más. Eso es todo lo que le vemos ejercer a lo largo y ancho del libro. Muy triste para utilizarlo como gancho en el título. El antes del viaje ocupa letras y letras completamente intrascendentes, y en el durante, todo parece resultar más importante que la entrevista en sí. Y al margen de esta excursión, en general el relato se reduce a las pajas mentales de este absurdo personaje, a las tonterías que se le ocurren, a los motivos inexplicables que le llevan a hacer las cosas, a un comportamiento infantil que sin embargo le dio para tener tres hijos y para creerse merecedor de zumbarse a toda la que se le pone a tiro. Un personaje muy americano, sin duda. Muy de lo que se nos vende procedente de ese país.

Bascombe tiene una especie de contrapunto en su novia Vicki. Si el personaje de él resulta un sinsentido, el de ella llega a cabrear. La típica niñata superficial que el autor no se preocupa en explicar qué ha visto en este tipejo, y que se pasa el libro pensando trivialidades hasta que tras una comida familiar discuten por no se aclara muy bien qué, ella le mete un tortazo a él y se acaba la relación.

En fin. Podría seguir pero no merece la pena. Con esto ya quedáis suficientemente avisados de a lo que os enfrentáis si no confiáis en mi criterio.

miércoles, 17 de abril de 2013

Más libros y menos TV

Las Jornadas de Puertas Abiertas de la Universidad de Málaga suelen tener lugar todos los años por este tiempo y sirven para que los futuros universitarios conozcan un poco lo que la institución les puede ofrecer. Se celebran en el Pabellón de Deportes.

El año pasado tuve la suerte de participar en ellas activamente y sé el mucho curro que suponen, y lo difícil que resulta poder apreciarlo cuando se ve desde fuera o se acude simplemente como visitante.

Este año mis antiguos compañeros han puesto en el sitio de la Biblioteca un reclamo muy curioso, que además se corresponde bastante con el espíritu de mi blog, y por eso quería enseñároslo. La foto la han puesto en el Facebook de la Biblioteca de la Universidad de Málaga.


lunes, 8 de abril de 2013

Intemperie

Hay pocos libros que uno pueda leer en una tarde. La mayoría de las veces, porque su extensión lo hace literalmente imposible; otras, porque el libro no engancha lo suficiente; también ocurre a veces que surgen cosas que hacer... En mi trayectoria como lector, sin ir más lejos, solo recordaba hasta este fin de semana una ocasión, y concretamente fue con el insoportable 'Anécdotas de fútbol' de Sergi Mas, que tenía casi más hojas en blanco que escritas y que no me aportó absolutamente nada. El segundo libro leído íntegro en una sola tarde, ha sido 'Intemperie', de Jesús Carrasco. 224 páginas de un nivel altísimo.



Llegué a este libro gracias a @pequeherrera, propietaria del blog literario que aparece aquí a la izquierda, que me había dado muy buenas referencias. Y se lo agradezco. Para ser la novela de un debutante, está muy bien escrita y mantiene una intensidad homogénea a lo largo de todo el relato, lo que no es fácil de conseguir en una historia (a partir de aquí destriparé, por lo que recomiendo no seguir leyendo, ya que merece la pena leer el libro a pesar de su dureza) con pocos personajes y con una acción medianamente limitada.

Un niño residente en un pueblo pequeño se fuga de su familia, harto de malos tratos. Comienza refugiándose en una oquedad del terreno y luego encontrará a un pastor que se convertirá, pese a su rudeza y a las reticencias iniciales, en su único amigo, por lo que acabará pagando un alto precio. Y no hay mucho más que resumir. No hay apenas diálogo, la narración se basa en describir paisajes, en la utilización de mucho vocabulario relativo al campo y en la recreación de muchas actividades propias de su labor, y con eso, un debutante como Jesús Carrasco, redactor publicitario de profesión, firma una novela sobresaliente, donde no se intuye qué será lo siguiente pero se sabe que algo habrá, donde el suspense y el sobresalto están a flor de piel, y que acaba de una forma absolutamente brutal, como él mismo deja atisbar al final del penúltimo capítulo, en una advertencia con la que quizá busque mantener la atención del lector pero que a mi entender no es necesaria a esas alturas, porque al menos yo ya estaba absolutamente entregado y deseoso de saber el desenlace.

Este es uno de los enlaces donde se da información del libro y del autor para quien quiera profundizar un poco más en ello; hay muchos. Estamos ante una novela que sin duda no será la única de su creación literaria. Os he puesto antes la portada del libro físico pero tengo que decir que me lo he leído en formato electrónico, siendo el cuarto libro que obtengo ya por esta vía y sin duda el que ha consagrado definitivamente esta forma de lectura entre mis hábitos, tras las dudas iniciales.

Mi recomendación es total. Una novela dura pero que merece la pena leer.