Me quito el sombrero ante Ramiro Pinilla. A sus 89 años aún goza de
una fantástica frescura que le permite escribir novelas tan emotivas
como 'Aquella edad inolvidable', que vio la luz en abril de 2012, y que tuve el gusto de leer hace unos meses.
No
conocía nada del autor. Llegué a este libro, como a tantos otros,
completamente de casualidad: buscando información en Google sobre el
Athletic, dentro de las investigaciones que hago para mis recopilaciones
de trayectorias, uno de los resultados era esta noticia de El País.
Solo leí un poquito por encima y apunté el libro entre mis futuribles, hasta que por fin me he podido hacer con él.
El
protagonista de la historia es Souto Menaya, un futbolista vasco de la
década de los cuarenta que recibe la oportunidad de dejar su trabajo
como albañil para jugar en el Athletic. Por las indagaciones que he
podido hacer, se trata de un futbolista que realmente no existió. No es
que se haya querido contar la historia de alguien cambiando nombres y
situaciones (de hecho el resto de futbolistas de la época, como Zarra o
Gaínza, aparecen tal cual), sino que realmente el autor lo ha ideado y
lo ha situado en ese contexto histórico, que aún recuerda bien, en el
que el franquismo también metía mano, como en todo, en el fútbol. Souto
Menaya, apodado 'Botas', conoce la cara y la cruz de la profesión y deja
que el fútbol gobierne y condicione completamente su vida, la de sus
padres y la de su pareja, Irune... Y ahí me paro.
'Aquella
edad inolvidable' es la novela soñada. Hasta la fecha es la mejor
combinación que he conocido entre literatura de verdad y fútbol. Había
leído libros de fútbol sobre historias de equipos, biografías reales de
jugadores o hechos concretos narrados desde un punto de vista amplio,
pero nunca había leído una novela protagonizada por un futbolista y con
el fútbol como eje vertebrador. Y el resultado es fantástico, totalmente
recomendable a futboleros de cualquier época y condición (al margen de
sus colores) y también a no futboleros, porque el componente moral y
familiar que encierra hace que consiga llegar con facilidad a todo el
mundo.
Os quiero dejar un fragmento que me ha parecido
muy interesante y que sirve tanto para hacerse una idea del libro como
perfectamente para extrapolarlo al fútbol actual. Está ya en una parte
bastante avanzada de la narración, por lo que recomendaría no leerlo si
tenéis pensado haceros con la novela, y sí venir después para
comentarlo. Está puesto en boca de Cecilio, el padre de Souto Menaya.
"Al
pobre chico lo envían con este iribio, ¿y qué va a hacer él? Cobra un
sueldo de ese papel Marca empeñado en que sueltes que metiste ese gol
con la mano, cosa que ni a ti ni a mí ni a nadie se nos había ocurrido
pensar. ¡Claro que no lo metiste con la mano! ¿Tenemos que empezar a
preguntarnos si lo metiste o no con la mano porque a ellos se les ponga
en los cojones? [...] Tienen fotos pero ninguna canta. ¡Que nos dejen en
paz!".
He intentado indagar un poco sobre la figura de Ramiro Pinilla y he encontrado esta buena y amplia entrevista,
por si tenéis curiosidad. Al parecer se trata de un intelectual que no
está muy bien considerado por una parte del nacionalismo vasco;
concretamente, Iñaki Anasagasti lo pone a parir en su blog en esta entrada de hace unos años.
Esta es la ficha del libro en la Biblioteca Pública Provincial de Málaga, que me ha permitido hacerme con él.
Tiene
226 páginas y está editado por Tusquets, dentro de la colección
Andanzas. Me lo he leído en tres días, aunque perfectamente podría
habérmelo terminado en dos de no haber sido por el sueño.
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