jueves, 2 de mayo de 2013

Ramiro Pinilla: Aquella edad inolvidable

Me quito el sombrero ante Ramiro Pinilla. A sus 89 años aún goza de una fantástica frescura que le permite escribir novelas tan emotivas como 'Aquella edad inolvidable', que vio la luz en abril de 2012, y que tuve el gusto de leer hace unos meses.

No conocía nada del autor. Llegué a este libro, como a tantos otros, completamente de casualidad: buscando información en Google sobre el Athletic, dentro de las investigaciones que hago para mis recopilaciones de trayectorias, uno de los resultados era esta noticia de El País.

Solo leí un poquito por encima y apunté el libro entre mis futuribles, hasta que por fin me he podido hacer con él.



El protagonista de la historia es Souto Menaya, un futbolista vasco de la década de los cuarenta que recibe la oportunidad de dejar su trabajo como albañil para jugar en el Athletic. Por las indagaciones que he podido hacer, se trata de un futbolista que realmente no existió. No es que se haya querido contar la historia de alguien cambiando nombres y situaciones (de hecho el resto de futbolistas de la época, como Zarra o Gaínza, aparecen tal cual), sino que realmente el autor lo ha ideado y lo ha situado en ese contexto histórico, que aún recuerda bien, en el que el franquismo también metía mano, como en todo, en el fútbol. Souto Menaya, apodado 'Botas', conoce la cara y la cruz de la profesión y deja que el fútbol gobierne y condicione completamente su vida, la de sus padres y la de su pareja, Irune... Y ahí me paro.

'Aquella edad inolvidable' es la novela soñada. Hasta la fecha es la mejor combinación que he conocido entre literatura de verdad y fútbol. Había leído libros de fútbol sobre historias de equipos, biografías reales de jugadores o hechos concretos narrados desde un punto de vista amplio, pero nunca había leído una novela protagonizada por un futbolista y con el fútbol como eje vertebrador. Y el resultado es fantástico, totalmente recomendable a futboleros de cualquier época y condición (al margen de sus colores) y también a no futboleros, porque el componente moral y familiar que encierra hace que consiga llegar con facilidad a todo el mundo.

Os quiero dejar un fragmento que me ha parecido muy interesante y que sirve tanto para hacerse una idea del libro como perfectamente para extrapolarlo al fútbol actual. Está ya en una parte bastante avanzada de la narración, por lo que recomendaría no leerlo si tenéis pensado haceros con la novela, y sí venir después para comentarlo. Está puesto en boca de Cecilio, el padre de Souto Menaya.

"Al pobre chico lo envían con este iribio, ¿y qué va a hacer él? Cobra un sueldo de ese papel Marca empeñado en que sueltes que metiste ese gol con la mano, cosa que ni a ti ni a mí ni a nadie se nos había ocurrido pensar. ¡Claro que no lo metiste con la mano! ¿Tenemos que empezar a preguntarnos si lo metiste o no con la mano porque a ellos se les ponga en los cojones? [...] Tienen fotos pero ninguna canta. ¡Que nos dejen en paz!".

He intentado indagar un poco sobre la figura de Ramiro Pinilla y he encontrado esta buena y amplia entrevista, por si tenéis curiosidad. Al parecer se trata de un intelectual que no está muy bien considerado por una parte del nacionalismo vasco; concretamente, Iñaki Anasagasti lo pone a parir en su blog en esta entrada de hace unos años.

Esta es la ficha del libro en la Biblioteca Pública Provincial de Málaga, que me ha permitido hacerme con él.

Tiene 226 páginas y está editado por Tusquets, dentro de la colección Andanzas. Me lo he leído en tres días, aunque perfectamente podría habérmelo terminado en dos de no haber sido por el sueño.

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