viernes, 21 de noviembre de 2014

Fútbol y viajes

No soy oyente ni espectador habitual de Axel Torres, aunque a través de Twitter tengo acceso a su forma de concebir el fútbol. Por eso aposté por invertir en su libro '11 ciudades', que al final realmente acabó siendo un regalo de cumpleaños de mi pareja.

Lo primero que hay que decir es que Axel Torres es muy friqui. Eso puede ser de inicio un problema, aunque cuando uno se tiene por alguien tanto o más friqui que él, pasa a ser una ventaja. Y en este caso me refiero con friqui a esa forma tan intensa y desmedida de vivir el fútbol. Y a esa relación, casi enfermiza, presente a lo largo y ancho del libro, y de su vida, entre el fútbol y la geografía.


Una cosa de la que estoy muy orgulloso es de toda la geografía que he aprendido gracias a mi interés por el fútbol. Conozco nombres y circunstancias de ciudades que de otro modo quizá no habría conocido nunca. Mi diferencia con Axel es que apenas he salido de mi casa, de mi ciudad, mientras que él ha tenido la inmensa suerte de recorrer gracias al fútbol muchos de esos lugares. En ese sentido, no he podido evitar acordarme durante toda la lectura de Dani, un amigo no menos friqui que estoy seguro de que disfrutaría un montón leyendo el libro de Axel, si es que no lo ha hecho ya. Se lo tengo que preguntar.

Las once ciudades (como no podía ser de otro modo, al igual que once son los jugadores que saltan al campo inicialmente en cada equipo en un partido de fútbol) se presentan a modo de alineación en la primera página: Sabadell (lugar de nacimiento del autor), Londres, Sevilla, Lisboa, Medvode, Múnich, Swansea, Viena, Asunción, Tokio y Éibar. Todas me sonaban en mayor o menor medida salvo Medvode, que no había escuchado jamás y que encierra una historia apasionante, que merece la pena conocer. En algunas ocasiones, la identificación con la ciudad centro del capítulo es más intensa; en otras, sirve como pretexto para contar muchas otras vivencias relacionadas en mayor o menor medida. Vivencias muy personales, contadas con todo lujo de detalles, que en algunas ocasiones puede parecer que resultan innecesarios, pero que a quien los vive le gusta contarlos tal cual ocurrieron, tal cual los recuerda, con esa fidelidad al sentimiento, con ese punto de pasión que lleva al friquismo del que hablaba antes.

Estamos ante un libro absolutamente futbolístico, pero también ante un libro de viajes. Quizá alguien a quien no le guste este deporte no lo encuadraría dentro de ese género viajero, porque quizá el libro no le diría gran cosa. Particularmente, yo en esta ocasión no recomendaría este libro a personas que no tienen el fútbol entre sus aficiones. Pero si lo tienen, como es mi caso, coincidirán conmigo en que se relacionan de manera muy interesante ambos géneros a lo largo de las casi 300 páginas que ha editado Contra, bajo cuyo sello ya tuve la oportunidad de leer 'Una vida demasiado corta'.

La comparación con Julio Maldonado, cuyo Puro Maldini también comenté por aquí, puede resultar inevitable para muchos, siendo ambos los máximos exponentes del periodismo sobre fútbol internacional en dos medios de comunicación rivales. Sin embargo, no hay muchas semejanzas entre sus libros, lo que no implica que no puedan gustar por separado. En '11 ciudades', desde luego, encontramos algo mucho más parecido a la literatura, mientras que Julio, mucho más cuadriculado, le da a su obra un enfoque completamente diferente, más enciclopédico.

En definitiva, un libro que he disfrutado con intensidad y que ha merecido la pena.

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