domingo, 24 de noviembre de 2013

Calle Erottaja

Pasé una tarde por el escaparate de una librería y no pude evitar detener la mirada en un tocho bastante voluminoso que se titulaba 'Calle Erottaja'. El autor no me sonaba de nada pero tenía un apellido eminentemente finlandés, y en el subtítulo rezaba "un thriller de alto riesgo financiero". Me acabó de predisponer en su favor el extracto de una crítica que también figuraba en la parte de abajo de la cubierta: "esta novela habla directamente y sin tapujos a todos los titulares de cuentas bancarias". Que en los tiempos que corren, es casi lo mismo que decir a la inmensa mayoría de la población.


Por ello, cuando tuve la oportunidad de hacerme con él en versión electrónica, y a pesar de contar con nada menos que 953 páginas en mi configuración para este aparato, siendo así la obra más extensa que he acometido desde que me estrené en este formato, decidí priorizar su lectura antes que la de otros libros que llevaban (y llevan) ya esperando un tiempo.

Karo Hämäläinen (con tres diéresis nada menos) es un periodista nórdico especializado en noticias económicas que construye una novela de ficción a raíz de un hecho real ocurrido en su país y que le tocó cubrir en su trabajo: el derrumbe del banco islandés Kauphting, ocurrido el 9 de octubre de 2008, que dejó a más de diez mil finlandeses sin posibilidad de retirar sus ahorros.

El ritmo de 'Calle Erottaja' es trepidante, pero cuesta conectar con ella al principio. Los tecnicismos financieros aparecen demasiado pronto y en mi opinión exigen un conocimiento de la situación más especializado que el que pueda tener el lector medio. El libro puede resultar una aproximación al conocimiento de los sucesos que dieron lugar a la ruina que tenemos en lo alto en estos momentos, pero no mucho más allá de eso. Por lo tanto, el reclamo de su cubierta resulta demasiado ambicioso; puede que se dirija directamente a los titulares de cuentas bancarias, pero otra cosa es que éstos logren entenderlo en toda su complejidad, y que aguanten una novela tan larga partiendo de esta premisa.

El autor, Karo Hämäläinen
A pesar de todo, si pasamos por alto ese maremágnum de cuestiones específicas, queda una historia entretenida y con una trama bien hilada a base de secuestros, tensión sexual y dosis de suspense. En este sentido, y sustituyendo el núcleo económico por uno médico, podría decir que el autor me recordó mucho a Robin Cook en la forma de desarrollar su historia, aunque la traducción en este caso quizá sea más pobre, o también más difícil de lograr al no venir directamente del inglés.

Leído el primer tercio de 'Calle Erottaja', tenía mis muy serias dudas de que me fuera a compensar el esfuerzo, pero analizado ahora en su conjunto, lo cierto es que no sabría qué decir. No sabría si recomendar su lectura o no. Eso sí, quien espere encontrar algo parecido a otros escritores nórdicos que han llegado a nuestro idioma, como Paasilinna, Larsson o Indridason, que tenga claro que no tiene nada que ver con todo eso, ya que no hay ironías, ni asesinatos, ni policías. Pero puede que sí una decente novela.

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