jueves, 28 de noviembre de 2013

Risas con Safier

El alemán David Safier se ha convertido en una apuesta literaria segura. Desde que en 2007 publicase 'Maldito karma', sus novelas han sido esperadas con interés y siempre han mostrado un nivel bastante ajustado a esa espera: 'Jesús me quiere' (2008); 'Yo, mi, me... contigo' (2010); 'Una familia feliz' (2011, la que nos ocupa); y 'Muuu' (2012).


No en vano, Safier apostó desde el principio por un estilo muy definido en el que se maneja como pez en el agua y que está consiguiendo madurar con el tiempo: partir de una historia aparentemente inverosímil y de unos personajes disparatados, a los que coloca en situaciones rocambolescas, para divertir al lector sin renunciar ni mucho menos a verter una crítica velada a diferentes aspectos de nuestra sociedad.

'Una familia feliz' no es una excepción. En ella, los Van Kieren forman un conjunto heterogéneo en el que cada uno tira por su lado: al padre, Frank, cansado de su trabajo en una entidad bancaria, le cuesta comunicarse con la madre, Emma, una librera acomplejada por su físico, y viceversa; a su vez, ambos son incapaces de acercarse a Ada, la hija adolescente rebelde, y Max, el chico introvertido con una inteligencia superior a la media. Una noche, volviendo todos de una fiesta, se enzarzan en una discusión que acaba en trifulca y en la que coincidirán con una mendiga que hará cambiar por completo sus vidas.

Solo con echar una foto a la cubierta de la edición de Seix Barral, que está en la foto, se puede intuir por dónde van a ir esos cambios, pero aun así yo prefiero pararme aquí y que sea el lector el que lo vaya descubriendo. Sí puedo decir que las risas están aseguradas, y que por mi parte han superado a las que me eché con las otras dos novelas que he leído del autor ('Maldito karma' y 'Jesús me quiere'). Como digo, desde un punto de vista formal, las semejanzas son muchas, pero se nota una evolución positiva en Safier. La ironía y los juegos de palabras alcanzan aquí un techo respecto a las otras dos, y pese a la singularidad de los personajes, no es nada difícil que nos veamos reflejados en mucho de lo que se cuenta. El éxito ha sido tal que se prepara ya una película de animación para versionar este relato; si se hace bien, sin duda puede ser un pelotazo seguro en la gran pantalla.

Hay que destacar también el compromiso de David Safier con el mundo en que vivimos. Según cuenta en una nota al lector al final del libro, gracias al éxito de su primera novela 'Maldito karma' pudo crear la Gutes Karma Stiftung (Fundación del Buen Karma), con la que busca contribuir a la escolarización de niños en países subdesarrollados o en vías de desarrollo, y cuya historia describe en esta web que os dejo por si os manejáis bien con el alemán, ya que la iniciativa sin duda lo merece.

Una novela para reír sin renunciar a pensar.

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