lunes, 7 de octubre de 2013

El viaje iniciático de Vatanen

Arto Paasilinna es uno de los escritores finlandeses más importantes de todos los tiempos. En su país se le adora y sus libros son tratados con absoluta devoción, casi del primero al último. Estamos ante un hombre cuyas obras han sido tildadas de maestras por numerosos críticos, y que los lectores aprecian especialmente porque sabe divertirlos sin dejar ni mucho menos de lado la crítica social.

En mi caso, llegué a él gracias a Te quiero hablar de un libro, ese blog tan útil de Peque Herrera que permanece perenne en mis recomendados. Me hice con 'Delicioso suicidio en grupo', que ciertamente me pareció muy diferente a todo lo que había leído hasta la fecha; y poco después tuve la oportunidad de leer 'La dulce envenenadora', que sin querer ser seguramente tan pretencioso, casi se acabó situando un punto por encima del anterior en cuanto a buenas sensaciones causadas.

Por ello me pareció un momento oportuno para sacar de la biblioteca 'El año de la liebre', que según informaciones a las que había tenido acceso, es el texto que más ha conseguido hacer llegar a la gente, habiendo sido traducido a dieciocho idiomas hasta la fecha y versionado incluso cinematográficamente en un par de ocasiones. Y... como suele suceder en estos casos, me ha resultado el más flojo de los tres, y muy probablemente por haber tenido acceso a esas reseñas tan exitosas antes de leerlo y no después.

Vaya por delante que de todas formas recomiendo el libro. Solo por lo absurdo y disparatado del planteamiento ya merece la pena acercarse a él y sumergirse en esa atmósfera tan particular que Paasilinna sabe crear (te guste o no) y que te garantiza un mínimo de dos sonrisas por capítulo (cuando no son abiertas carcajadas). Pero quizá lo encuentro un punto por debajo del resto porque aquí, además de eso, yo no he sido capaz de ver nada más. Mientras que en 'Delicioso suicidio en grupo' la kafkiana forma de abordar el suicidio (que no en vano es uno de los grandes problemas de su patria) hace que podamos ver muchas cosas más allá; o mientras que en 'La dulce envenenadora' hay un retrato muy voluntario (y que parece involuntario) de la tercera edad, aquí, si hay algo más aparte de una liebre a un hombre pegada, a mí, sintiéndolo mucho, no me ha llegado. Ni siquiera he podido establecer de forma clara una conexión entre la mayoría de los capítulos, hasta el punto de que muchos de ellos pueden ser leídos de forma independiente o salteada con el solo hecho de conocer que esto va de un hombre y de una liebre.

La peculiar historia comienza con el atropello motorizado del susodicho animalito por parte de un periodista y un fotógrafo, y prosigue con la compasión que este hecho causa en el primero (Vatanen), que la cura y cuida de ella durante un sinfín de peripecias a cada cual más esperpéntica. Nuestro protagonista renuncia a la problemática existencia del adulto europeo medio para vivir la suya propia con completa libertad, al margen de toda consideración y despegándose de casi todo vestigio civilizado posible.

El libro consta de poco menos de doscientas páginas y está editado en España por Anagrama (el ejemplar en concreto que tengo en mis manos lo fue en 2011, si bien el texto original del autor nacido en Kittila data nada menos que de 1975), que lo sitúa en los albores de un género llamado "novela humorístico-ecológica". Juzguen ustedes mismos con su lectura.

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