viernes, 7 de agosto de 2015

Los alemanes y los griegos

Los alemanes mantienen una relación amorosa con su trabajo; los griegos, por el contrario, lo viven como una maldición. Como si Dios los hubiera condenado a pasarse la vida trabajando.
Esto también explica, en gran medida, la diferencia de su comportamiento fuera del horario laboral. Los griegos suelen explicar de muchas maneras esta diferencia, con alusiones muy frecuentes al clima y la mentalidad específica del sur. Puede que tengan razón, aunque yo creo que la causa es otra.
Cuando termina la jornada laboral, los alemanes están infelices. No tienen ningunas ganas de salir a divertirse. Quieren quedarse en casa y acostarse temprano, y esperan impacientes que llegue el día siguiente, en que podrán volver al trabajo. El sueño acorta ese tiempo muerto de la espera. Salir a divertirse, por el contrario, lo alarga.
Puesto que para los griegos cualquier trabajo es un trabajo forzado y el lugar donde lo desempeñan una colonia de reclusos, se pasan el día esperando a que termine la jornada laboral, que será su liberación. Por eso salen todas las noches a divertirse, para celebrar su liberación y reunir fuerzas a fin de afrontar la cárcel el día siguiente. Ésta es para mí la gran diferencia. El clima de Grecia no hace más que contribuir al festejo cotidiano de la liberación.

Petros Márkaris, 'Hasta aquí hemos llegado' (en palabras del personaje de Andreas Makridis).

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